jueves, 16 de febrero de 2017

Cuestión número...

Puedes mirarla desde los mismos ojos. 
Pero la mirada, 

Cambia a diario. 
Puedes cerrar con fuerza los ojos 

Y darte cuenta que las imágenes no cesan.
Incluso, 

A veces, 
Se aglutinan, 
Se amontonan entre esa oscuridad
Que a veces reconfortaría más que los recuerdos más bonitos. 

Puedes cerrar los ojos
Y ver más de lo que se es necesario, 
Y a veces juro que recorro ahí más de 22 años. 
Entre imágenes que no son sólo imágenes
Que se hacen de olores
Y saben a los guisos de mi madre. 
Del color de sus ojos, 
Del sueño de mi pequeña patata. 
Las imágenes no pueden por ellas mismas llenar tanto espacio,
No llenarían décadas, 
Nisiquiera en una mente tan dispersa como ésta.


He querido ver desde mis ojos al abismo, 

He querido encontrarlo como dicen, 
“Mirándome fijamente de regreso”.
He querido pero todo inunda ese espacio.


El abismo es imposible observar si se carga con tanto, 

Que no logra ser sin aglutinar

Se(é),

Que hay ojos que miran más que los míos.
Que logran traspasar los anchos velos de la realidad.
Y sabiendo que existen
Con la certeza que existen,

Me hice experta en encontrarlos. 
En arrancarle la piel a los disfraces mortales que los recubren


He querido encontrarlos
Como se quiere a la lluvia en verano
He querdio verlos con mis propios ojos 
Y saber qué secretos los han hecho quedarse 
A fingir ser simples mortales

Es una duda que no ha logrado ser resuelta.
Puedes mirarla desde los mismos ojos
Pero la mirada cambia a diario
El hombre,
Cambia a diario.
Va haciéndose
Y yo,
Persigo eternamente ese haciéndose.
Como hecho,
Como algo que se puede encontrar y resguardar
Pero no es más de lo que se percibe que es,

Como el calor, 
El sentimiento que permanece tras un suave beso en la frente
Es lo que va haciéndose.
Y va haciéndose en el hombre que lo va haciendo/obrando.

Y si no lo has visto hacerse,
Si no has entendido lo que significa en ti
Si no sientes la vibración que produce en ti saberlo
Podrás seguir tranquilo sin poner cuidado a los ojos mortales que te rodean.
No tendrás,
Como yo,

La urgencia de correr a todo trote de regreso a casa
A refugiarte de los golpes esporádicos que da la realidad.
Serás libre de las ataduras que liberan tanto como atan.

La cordura, 
He escuchado, 
Se conforma del hombre doméstico
Y si yo,
¿No soy más que un hombre doméstico?

lunes, 13 de febrero de 2017

Tu tristeza no te salvará

La tristeza en la que inundas tus días, como silencio sagrado del cual se supone alguien debe venir a salvarte, no te salvará.
Los ojos cafés que te observan desde el otro lado de la explanada no llegarán a auxiliarte. No llegarán con las respuestas a las infinitas preguntas que te carcomen el alma. Que la han carcomido desde hace años. Las mismas que has dejado abiertas, esperando a que alguien más las cierre por ti. No te salvarán. Nadie llegará a tu auxilio. Tú eres dueña de tus dudas, sólo tú puedes darles las respuestas que aquietan el fuego que cada vez arde con más fuerza.
Tu tristeza se asemeja cada vez más a un pozo, del cual nadie más que tú puede alcanzar a sacar agua fresca. Tú, eres dueña de tu tristeza. Tú sabes cuándo hace falta derrumbarte y sucumbir ante sus garras. Tú sabes cuando hace falta enterrarla, echarle tierra por encima para aquietar las brasas que de noche a noche resurgen como llamaradas. Tu tristeza no te salvará. Tú eres quien lo hará, cuando vivas en paz con ella, cuando sólo te queme cuando te haga falta su calor. Cuando no pidas auxilio, cuando el auxilio llegue por su propio pie en poema, en vidas, o en voz. Cuando estés plenamente segura que no te salvará.

viernes, 10 de febrero de 2017

Amisólomeinteresasumirada.

Creo que he vivido la misma noche a tu lado un centenar de veces.

Parece que hemos hecho el amor a la luz del mismo foco

Bajo el mismo techo

Sobre la misma cama.


Parece que tus gestos son siempre los mismos

Que mis quejidos no suenan distintos

 Y que tus manos me tocan siempre en el mismo lugar.


Y sin embargo

Podría jurar que nunca ha sido igual

Que la luz siempre roza tu piel desde un ángulo distinto

Que tus besos parecen caer sobre mi cuerpo en lugares que no habían acariciado tus labios.

Creo que la versatilidad en tus gestos hace que pueda darle un nombre distinto a cada día

Sin que deje de ser el mismo día

La misma eternidad

Alumbrada por tus sonrisas


Creo que tus ojos van cavando un pozo de dilección inagotable

Un pozo que atraviesa la eternidad

Y llega allá

A donde nació mi alma

Bautizándola con tu mirada.


Tus ojos

Tu mirada

Razón por la inconsistencia en mi palabra


Creo que las noches se mezclan entre ellas

Que ni la plastilina hecha una masa café logra fundirse de la misma manera

Todas las noches a tu lado son la primera noche

Todas las noches a tu lado son la última

Y todas son contigo

Ninguna pudiese ser sin iniciar con la aurora de tu mirada

Ninguna pudiese ser sin terminar con ella.

sábado, 4 de febrero de 2017

Encontrarte

Encontrarte debajo de las colchas,
Con la piel calientita,
Con los ojos entreabiertos,
Con los labios hechos puchero.

Encontrarte con fuego en la garganta,
Con humo envolviéndote toda la cara,
Con los dedos sobre teclas imaginarias
Con el café frío que calentaste por la mañana.

Encontrarte hecho un dios,
Hecho magia.
Hecho hombre, del mismo polvo que se acumula en las ventanas.

Te he visto.
Apareces por las calles,
Sobre nubes y desde ahí cantas.
Hombre,
Te he soñado,
Más de un par de noches en lo que va de la semana.

Sé que llevabas años caminante
Sé que llegaste buscándome.
Y yo
Que he reído más de lo que cualquiera consideraría posible
Que he llorado hasta purgarme de anhelos
Caminé hasta encontrarte.
Con las piernas enredadas con las mías
Con los huesos moldeados por la fuerza que se necesita para ganarle,
Por hoy,
Al tiempo.

Encontrarte con esa mirada
Que platica con tu voz lo que causa a un hombre el contacto caliente con la vida
Con la muerte.

Encontrarte hecho trizas
Con las letras arrojadas, impenetrables.
Que lastiman tanto como alivian.

Encontrarte con la cara llena de alegría
Con los gestos de tu hijo y de tu madre.
Con la inocencia de él, niño.
Con la felicidad que sólo puede causar en nosotros tu sonrisa.

Encontrarte hecho parte de mi vida
Con tus besos hechos labio entre mis labios.
Con tus dedos hechos risa que se escapa a chillidos por mi garganta
Con mi cuerpo hecho tuyo cada mañana.

Encontrarte no es hazaña fácil
Es comparable a la hazaña de intentar encontrarse a uno mismo.
Es luchar contra demonios e ir de la mano de otros.
Es encontrarte a diario.
Es buscarte por todos los rincones de la casa

Por todos los rincones de las calles que camino sin tu mano en mi mano.
Encontrate hecho hombre.