martes, 24 de enero de 2017

Penumbras alumbradas por la luz de la cual vuelven a nacer la penumbras.

No te prefiero callado, cariño.

Saboreo con deseo la critica, 

la introspección que has logrado, tras mucha batalla.


No te prefiero tibio.

Hay palabras que hacen falta escupir. 

Preguntas que no pueden sino ser gritadas.

Puños por mantener arriba, 

mientras las injusticias sigan vivas.


No te prefiero tibio, corazón.

Te prefiero de pie,

Con el llanto en la boca.

Mi sonrisa y la tuya en los ojos.

Te prefiero con las voces de los que has sido.

Con los besos que te han marcado

Entre todos, saber que eres todos.

Ni menos, 

Ni más.


No te prefiero con el alma corriendo sobre llanos

La prefiero caminando sobre surcos

Corriendo por valles.

Tejiendo, 

Arando caminos.


Te prefiero, cariño.

Y entre todo lo que somos,

Todo lo que soy,

Confieso

He sido en consecuencia

He amado en desacierto.

He dado todo 

 Sin saber dar poco menos.

Y entre todo ello

Entre todo lo que he sido

Te prefiero.

sábado, 14 de enero de 2017

No he logrado matarlo, ni en sueños.

Muere el dia.
La noche lo consume.
La noche.

Quiero regresar,
al día.
Hiela la noche.

Lo negro contrapuesto a lo brillante.
La obscuridad dudosa.
El miedo que antecede al viaje.

Nunca hemos estado listos.
La humanidad no ha sido capaz de dejarse consumir por la noche.
El fuego,
es respuesta a nuestros miedos.
Creado para dar la falsa sensación de claridad.

Extranjeros eternos en las tierras que hemos proclamado como nuestras.
Por las que caminamos con pasos temblorosos.
Con miedos que no logramos confesar.
le hacemos trampa
le damos la vuelta a lo agobiante de la obscuridad.

La noche
Hiela.
Lastima nuestro orgullo
de sabernos semidioses
Que no crean ni el día
ni la noche
Que no son ni lluvia,
ni rayo.
Que se encierran sólo en llanto
Que no vuelan tan alto
Tropezando con placeres que acobijan lo frío de la noche.

La noche
Hiela.
Infiernos creados para sobrevivir a lo blando del cielo.
A lo certero.
Infiernos de carne
de fuego
Hechos a medida
Tejidos para hacerle frente al miedo de la noche.

La noche
Hiela.
El infierno quema
El día
es para observarlos con desasosiego.
Con alma desgarrada
Con real claridad.

La noche
Hiela.
Y la alumbramos con llamas de fuego.
Llamas que disimulan
que imponen
pero no disuelven el miedo de la noche.
Hiela la noche.

jueves, 12 de enero de 2017



Hay temor en mis palabras, 
se tambalean al subir por mi garganta. 
Suben sólo ante la presión de quedarse ahí, atoradas como tantas veces les ha pasado. 

He despertado, 
cansada.
Mis ojos apenas alcanzan a vislumbrar tus labios. 
Mi compás. 
El único totalmente fehaciente . 

Me has enseñado más de lo que he podido preguntar, le has dado respuesta a las preguntas que no se habían logrado formular como preguntas. 
Que rondaban infinitas, sin poder aterrizar.

Dijiste que uno debe tener un ancla. Algo que te mantenga en este plano. Que te aterrice aún después de un millón de viajes. 
Tu boca envuelta entre la espesura de tu barba, se ha hecho mi compás. 
Es lo que busco al terminar las pesadillas. 
Tus labios me regresan a este mundo, donde tu voz sale perfecta, 
bendecidas por tu boca. 
Mi nombre entre tus labios suena más bonito… 
¿sabe más bonito? 

Tus labios son mi ancla. 
Son lo que limpia mi mente, que barren con los pensamientos que a veces no logran largarse. 
Que se funden con la realidad y se hacen una mezcla casi inseparable. 

Todo, todo es probable. 
Nada es real, 
todo lo es. 

Y en medio de la aglomeración de aquello que sé que nunca se logrará mover de mi mente, que continuará su guardia hasta que se vuelva un poco menos que nada. Si es que logra hacerse, si es que logra hacerse algo más que sólo pensamiento o algo menos que ello. 

A veces aunque no lo creas, me pierdo. 
Divago por el mundo con los sentimientos en la punta de los dedos, con los sueños hechos vida, y la vida una maraña. 

Te has acostado conmigo, 
te revuelcas entre la maraña, 
la rasgas con las mismas ganas, de querer derribarla, 
de querer hacer de ella algo que se materialice como simple tierra debajo de tus uñas. 
No más, si tampoco puede ser menos. 

La vida es lo que hemos hecho de ella. 
Y yo quiero hacerla contigo. 
Quiero verla desde tus ojos, 
que la vivas desde los míos. 

sábado, 7 de enero de 2017

Veintitantos.

Hay un par de cosas que han invadido tanto mi mente como mi corazón.
Hay un par de días que carecen de relevancia, 
pero que han hecho que ame esta vida mil veces más que la anterior.
Y es que hablar de universos paralelos 
o de la reencarnación 
se vuelve ameno,
rico, 
si se hace mirandose en tus ojos
que acobijan
que son lluvia y son sol.
Que me miran como si fuera la mujer más hermosa del mundo.
Porque contigo lo soy.
Soy y después soy contigo.
Y después de ser contigo, 
de abrazarte a mi pecho 
de acariciarte de la palabra hasta el beso,
caí en cuenta que no somos dos.
Siempre hemos sido 
y ser,
realmente ser,
 no se puede sin ser uno solo.

Me soltaste de la mano y yo corrí detrás de ti
como niño que se da cuenta cuan inseguro es el mundo sin que alguien le acompañe por él de la mano.
Entenderás que ir de la mano, es pensar en un camino
es construir puentes en caso de que se encuentre ante la adversidad de tener que atravezar ríos.

Por ti,

por tu boca

por tu ojo preciso

por tu palabra exácta

por tu locura y tu sensatéz

por tu voz y por tu silencio,

atravezaría cualquier océano

Sería estrella
en las horas negras

Sombra
cuando tus pasos tambalean

Y si bien no puedo ser palabra
te acercaría mi pluma y mi mano
en afán de salvar tus sentimientos
Que has ahogado a media garganta
Que hundes cuando parecen rebasarte

La palabra,
mi amor,
es un arma.

En el amor 
es la mejor,

En la vida
es la única que puede dañar tanto como puede sanar

La palabra y él
La palabra y tú.
Puente tan finito o infinito como lo logres construir.

Y a ti
te admiro por lo que has construido 
con la palabra.
Por lo que escribes 
con los ojos.
Lo que cuentas
con miradas.

Tu que has hecho de la vida más que un cuento para los nietos
Que has vivido lo que cualquiera vive en dos eternidades
Que has visto tu reflejo en los ojos más tristes
y has regresado de esos mundos todavia con una sonrisa.
todavía con fuerza
todavía con ganas.

A ti
hombre niño.
Niño hombre.

Con ojos de sol.
Con ojos de lluvia.

Con hombros fuertes y vista cansada.

A ti
te entrego los pedazos que he rescatado de mi alma.
Para que las comas
Y las vomites.

Que se mezclen con tus entrañas
y se hagan juntas una asquerosa pasta de viceral sentimiento.
Que sean horribles notas altisonantes
desgarrando los tímpanos de quien sea que ose querer entender nuestras voces en conjunto.

A ti
No necesito justificar mi afán por transgredir lo bonito, lo decoroso.
Somos, es lo importante
lo importante eres tú,
es lo genuino.
Es tu sonrisa en mis oídos.
son mis dedos sobre tu frente
son tus sueños más bonitos o los más grotescos fundidos con los míos.
Y confieso...
cada noche hecha alba, abrazada a tu pecho vale la vida
ésta y la que siga.